
En mi visita al Reino Mágico tuve la oportunidad de apreciar el increíble desfile de los personajes de Disney. Fue impresionante, difícil de ignorar. Capturó toda mi atención. Todos los adultos éramos niños (al menos yo).
En algún momento de mi vida, en mi niñez, dije: «Vas a conocer Disney en algún momento». Fue con tanta seguridad y convicción que mi sueño se volvió realidad. Aún no lo puedo creer (me pueden pellizcar, por favor). Todo esto me lleva a confirmar una vez más que Jesús es quien me ha dado este obsequio.
Recomiendo visitar este parque. No se arrepentirán.
¡Fotos por Mí!